El proyecto ha tenido como objetivo la reforma integral del edifico del Tanatorio Irache, con 40 años de historia, para adecuarlo y modernizarlo desde un punto de vista funcional y formal.

Se han redistribuido por completo todos los espacios, además de mejorar los accesos y las circulaciones. En la planta baja, el gran espacio vestibular y de recepción da acceso a una zona de exposiciones y a la sala de despedidas. Desde allí se sube a la planta primera a través de una nueva escalera de diseño triangular en coincidencia con el vértice interior. Desde un gran espacio de acogida se puede acceder a las siete salas con sus correspondientes túmulos.

El programa interior se manifiesta hacia el exterior en un nuevo edificio rotundo donde se da continuidad en la composición la dualidad antes referida: un espacio de recepción abierto mediante grandes acristalamientos en un conjunto austero y sólido. Las celosías horizontales que rasgan la piel del edificio asumen el protagonismo formal y posibilitan la protección solar, la iluminación y la intimidad.

La obra realizada sobre 1.125m2, con un nivel de exigencia de calidad alto, se ha ejecutado en poco más de tres meses. Este objetivo se ha podido conseguir gracias a una planificación exhaustiva, al trabajo en equipo y a la implicación de los propietarios, la empresa constructora, los gremios y la dirección de obra.